Va de vocación, va de oficio.

Alejarse unos días de la rutina para darnos cuenta de que lo llevamos en la sangre… y de que tenemos mucho camino para mejorar. Y esta sensación es apasionante porque nos mantiene alerta y motivados.

Volver del extranjero y comerse una sardina. El placer. Tenemos  una materia prima extraordinaria, a buen precio. Sólo tenemos que respetarla.

Respecto al servicio… una asignatura pendiente. La hostelería aglutina personas destruidas y desmotivadas, fracasadas en otros sectores que vienen a morir a un restaurante. Es una infección de dejadez y pasotismo  a la que hay que poner fin.

Agradecemos a las personas que nos regalan vida con su empeño, que pasan por nuestros peregrinos aportando, que nos cambian, que nos enseñan. Esforzándonos en hacer equipo constantemente, estoy muy orgullosa de la gente que se sube a nuestro proyecto y lo hace más grande. Gracias por sentir mi pasión en vuestro interior. Sois una excepción valiosísima de la que soy muy consciente.

Respecto a los clientes y el reto digital…. no podemos estar de espaldas. Pero somos restauración… somos un teatro, no un cine. El directo, el momento, lo que no se puede explicar, lo que no hace falta explicar. Por eso las reviews nos importan bastante poco. Buscamos  mirar a la cara al cliente, preguntamos si no se consume un plato, aguantamos vela cuando no hemos acertado, y pedimos disculpas. Gracias a los clientes que nos reportan positivamente por su experiencia, pero muchas gracias más por su sonrisa… Esa actitud honesta y respetuosa paga nuestro sacrificio personal por dedicarnos a la hostelería. Gracias a los que nos reportan errores en directo, porque nos dan la oportunidad de arreglarlo. Y a los que reportan digitalmente fallos, aunque no  nos lo dicen a la cara,  si su relato es sincero… nos hacen reflexionar y mejoramos.

A los que reportan falsedades gracias, porque nos hacéis conscientes de lo importantes que somos, de lo que hemos crecido, de la suerte que tenemos de trabajar en lo que nos apasiona. Y de la fortaleza de casta que es la responsable de que el barco no se tambalee  del rumbo marcado ni un milímetro.

Cocinar buen producto, cuidar los detalles, ser honesto con los precios, y ofrecer uno de los placeres más importantes de la vida.. comer y beber compartiendo.

Gracias!